Poco más de un mes ha durado la relativa calma en Santiago de la Puebla tras la oleada de robos que se produjeron en varias viviendas a comienzos de julio. En esta ocasión los ladrones han aprovechado que los propietarios de la casa estaban fuera en una boda para entrar en busca de joyas. «El objetivo es el mismo que en los robos anteriores, van buscando oro», ha explicado el alcalde santiagués, Andrés Mulas. El regidor ha asegurado que mañana, lunes, contactará de nuevo con la Guardia Civil para que intensifique la vigilancia en el pueblo donde se ha reactivado el lógico temor a dejar la casa sola y encontrarla desvalijada a la vuelta. Las circunstancias en las que se vienen sucediendo estos hechos enfocan las sospechas a una o varias personas que vivan en el pueblo y tengan previamente vigilados sus objetivos o que funcionen como «avisadores» y sean otros los que lleguen y den el golpe.