Conscientes del aumento de las temperaturas y de su significativo impacto en la salud de las personas, Cruz Roja lanza su campaña ‘En guardia contra el calor’ para preparar, concienciar y proteger a la población, con especial atención a los grupos más vulnerables, frente a los peligros de las olas de calor. 2023 fue el año más caluroso jamás registrado, con olas de calor mortales en todo el mundo que mostraron que cualquier persona puede estar en riesgo por el calor extremo, aunque su impacto afecta de manera más desproporcionada a las personas más vulnerables. Agua-sombra-descanso son siempre la clave.
Con esta campaña, Cruz Roja incide en la prevención mediante la hidratación, el uso de ropa ligera y evitar la exposición al sol en las horas más calurosas como claves imprescindibles para evitar los golpes de calor antes de que aparezcan sus primeros síntomas. Igualmente, recuerda la importancia de mantenerse siempre alerta a los riesgos del calor para proteger especialmente a las personas en situación de vulnerabilidad, como niños, niñas y personas mayores, y enfatiza nuestra responsabilidad individual para protegernos mutuamente y ayudar a nuestras personas allegadas a mantenerse seguras.
Durante todo el verano, Cruz Roja en Salamanca lleva a cabo actividades de prevención y sensibilización con población en general y usuarios/as, además de distribuir material informativo en aquellos lugares con mayor afluencia de personas. Se ha iniciado de igual modo la campaña de llamadas telefónicas de información y seguimiento a más de 2.500 personas mayores de toda la provincia, con especial atención a aquellas en situación de soledad no deseada. Unas llamadas donde se recuerdan los riesgos del calor, los consejos útiles y se ofrece información sobre recursos sanitarios además de sesiones de formación y prevención.
Lo más básico
Conocedores de que la prevención y protección frente a temperaturas elevadas son un factor clave, Cruz Roja recuerda que se debe beber agua y líquidos con frecuencia, aunque no se sienta sed, y evitar bebidas con cafeína, alcohol o muy azucaradas que pueden favorecer la deshidratación. Es fundamental prestar atención a los grupos de riesgo como bebés y menores de edad, lactantes, embarazadas, personas mayores y personas con enfermedades que pueden verse más afectadas por las olas de calor. También se recomienda permanecer el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados, y refrescarse siempre que sea necesario. Se aconseja reducir la actividad física y evitar realizar deportes al aire libre durante las horas centrales del día, usar ropa ligera, holgada y que permita la transpiración, y nunca dejar a ninguna persona en un vehículo estacionado y cerrado, especialmente a niños y niñas, personas mayores o con enfermedades crónicas.
En cuanto a los medicamentos, es importante recordar que deben mantenerse en un lugar fresco, ya que el calor puede alterar su composición y efectos, y se recomienda consumir comidas ligeras como ensaladas, frutas, verduras y zumos que ayuden a reponer las sales minerales perdidas por el sudor.
También recuerda que es vital, ante síntomas que se prolonguen más de una hora y que puedan estar relacionados con las altas temperaturas, consultar a un profesional sanitario.
Ante el calor, mantén tu cuerpo fresco e hidratado:
-Bebe agua regularmente, evitando las bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína.
-Haz comidas ligeras (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos…), que ayuden a reponer las sales minerales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).
Ante el calor, viste o usa:
-Ropa ligera, de colores claros y que transpire. Sombreros, gorras, etc.
-Calzado fresco, cómodo y que transpire.
-Gafas de sol adecuadas (protección 100% frente a rayos ultravioletas y radiación azul visible).
-Protección solar en zonas expuestas de la piel
En casa:
-Ventila la casa por la noche, si la temperatura exterior es más fresca que la interior
-Durante los momentos del día en que la temperatura exterior es superior a la interior, mantén las ventanas cerradas y utiliza cortinas y persianas para evitar la mayor cantidad de sol directo en el interior de la vivienda.
-Evita la elaboración de comidas copiosas y de largo periodo de cocinado y procure elaborar recetas frías. Si no fuera posible, cubre las ollas para reducir la humedad interior.
-Apaga el mayor número de dispositivos electrónicos posible.
Organiza tus actividades en la calle, el campo…
-Centraliza las actividades en el exterior durante las primeras o últimas horas del día, al atardecer.
-Evita salir y realizar actividades extenuantes (correr, pasear, hacer ejercicio, etc.) durante las horas centrales del día.
-Si tienes que permanecer en exteriores:
*procura permanecer a la sombra o lejos del calor;
*usa la ropa, complementos (sombrero, gafas de sol, etc.) y el calzado recomendado para el calor
*aplica la protección solar adecuada a tu piel (incluyendo labial) previo a la exposición (30 minutos antes de salir de casa) y renuévela regularmente;
*bebe agua regularmente; come ligero; refréscate la cabeza…
Al salir de viaje
-No dejes a niñas, niños, personas mayores ni animales en vehículos estacionados.
-Viaja con el aire acondicionado o abriendo las ventanas.
-Ten cuidado con los cambios bruscos de temperatura que se producen al entrar o salir del coche.
-Hidrátate abundantemente durante el viaje.
Ante problemas de salud
-Consulta con tu médica o médico de referencia acerca de las medidas suplementarias a adoptar si padeces alguna enfermedad de riesgo.
-Sigue tomando tus medicamentos de acuerdo a las recomendaciones médicas. No te automediques
-Mantén el contacto con las personas consideradas más vulnerables (llamadas o visitas) para poder valorar su situación concreta y prevenir efectos graves de las altas temperaturas.