El comercio tradicional en Peñaranda sigue sufriendo una imparable sangría con nuevos cierres de establecimientos, en la mayor parte por jubilación, dejando tras de sí un «reguero» de locales vacíos en zonas de gran influencia comercial como las plazas o la calle Nuestra Señora. Las compras «online», la falta de relevo generacional y la cercanía de la capital salmantina son algunas de las grandes amenazas del sector y la preocupación es más que evidente entre los que sobreviven en medio de un panorama poco alentador. «Está todo muy, muy parado, las ventas han bajado mucho. La pandemia nos hizo mucho daño y seguimos sin recuperar los niveles de negocio que había antes de ella. Peñaranda ha vivido siempre de la comarca y los pueblos también van a menos, está bajando la población y todo, al final, es una cadena», explica uno de los comerciantes de la plaza de España.
«Cada negocio que cierra, salvo muy contadas excepciones, es un local que queda ya sin actividad años y años y es algo que se ve en un simple paseo por las plazas y las calles del centro. Es muy difícil que alguien se decida a abrir una tienda, buscar algo que pueda ser rentable y le aporte ingresos para pagar el alquiler, autonómos, luz…y le quede para vivir, cada vez está más complicado» aseguran también fuentes del sector. «No es que lo pintemos en negro pero la situación es muy preocupante y si no se toman medidas para dinamizar el comercio, los cierres por desgracia van a seguir», añaden.
Algunos comerciantes consideran esencial que esas medidas lleguen cuanto antes para que Peñaranda se «venda» como un referente en las compras y se pongan en valor aspectos como la tradición, el trato personalizado y la atención profesional que se brinda a los clientes. Cabe recordar, además, que el programa electoral del PSOE recogía medidas en el apartado de Economía como la puesta en marcha de los «Peñaranda Bonos» enfocados precisamente a la dinamización comercial y campañas para la promoción del consumo local que en estos momentos se hacen muy necesarias para, al menos, frenar la mencionada sangría que vive el sector.