Marisa Soleto Ávila, Directora de la Fundación Mujeres, visitará este jueves Peñaranda para participar en la gala organizada por el diario digital NOTICIAS A TIEMPO con la II edición de los premios anuales «Mujeres que dejan huella». Marisa Soleto Ávila (Cáceres, 1966) es una jurista feminista española especialista en políticas públicas en materia de igualdad de oportunidades. Desde el año 2001 es directora de la Fundación Mujeres y desde 2006 es miembro del Observatorio Estatal contra la Violencia de Género.
– ¿Qué es Fundación Mujeres y qué trabajo desarrolla?
-Fundación Mujeres es una organización feminista que lleva 30 años trabajando a favor de los derechos de las mujeres y el desarrollo de las políticas de igualdad entre mujeres y hombres. A lo largo de estos años nos hemos especializado en acompañar a las mujeres para el empoderamiento económico y la participación laboral. Tenemos muchas actividades especialmente diseñadas pensando en las necesidades de las mujeres de diferentes perfiles y con diferentes expectativas; mujeres que quieren emprender, que quieren conseguir un empleo o mejorar su situación laboral, mujeres cuidadoras no profesionales que quieren continuar activas social y laboralmente, , mujeres víctimas de violencia de género, mujeres inmigrantes o con baja cualificación, mujeres mayores, etc… . También trabajamos en la prevención de la violencia de género y la generación de conocimiento en materia de igualdad dirigida a la población general; queremos contribuir a una sociedad sensibilizada, informada y formada en materia de igualdad porque creemos que es un requisito para garantizar la igualdad entre mujeres y hombres y los derechos de las mujeres.
– ¿Cuáles son las principales demandas que reciben a día de hoy por parte de las mujeres?
-Son muchas porque las mujeres seguimos enfrentando mayores dificultades para nuestra participación social y laboral. Atendemos demandas de mujeres individuales que necesitan mejorar sus propias competencias para insertarse o emprender, mujeres que en muchos casos están en situaciones graves de vulnerabilidad social como mujeres víctimas de violencia de género, mujeres inmigrantes, mujeres con problemas de conciliación o mujeres que están dedicadas al cuidado de familiares dependientes de manera no profesional y que necesitan tiempo propio o aprender a ocuparse de su propio cuidado. Intentamos atender las demandas de mejora individual de las mujeres a través de nuestros servicios de orientación y formación, pero muchas de las demandas suelen estar relacionadas con la falta de oportunidades o la carencia de servicios necesarios para poder hacer realidad su proyecto de vida. Cuando sucede esto intentamos trasladar las demandas de las mujeres a las que acompañamos a las instituciones y administraciones públicas. La igualdad no depende sólo del esfuerzo de las mujeres, también tenemos que cambiar el funcionamiento de muchas cosas, de la familia, del mercado laboral y de la participación política, por poner algunos ejemplos. Intentamos contribuir a cambiar las cosas a través de la sensibilización social y trasladando las demandas a las administraciones publicas responsables.
– ¿Existen diferencias entre territorios que puedan jugar a favor o en contra?
-Por supuesto que sí. No es lo mismo vivir en un entorno rural que en una ciudad. También influyen otras circunstancias como las relacionadas con las características socio económicas de un territorio. Por ejemplo, en territorios donde las actividades económicas han sido tradicionalmente masculinas las dificultades de participación de las mujeres en el empleo son mayores. En los lugares donde no existen servicios suficientes para atender a las personas dependientes, por ejemplo, los problemas de conciliación de las mujeres son mayores. También sabemos que el fenómeno de la despoblación en muchas partes de España ha tenido mucho que ver con la falta de oportunidades para las mujeres y el envejecimiento que podemos observar en muchos de nuestros pueblos. Necesitamos que la igualdad y las oportunidades para las mujeres se desarrollen plenamente en todas partes, también en los entornos rurales, no sólo porque es bueno para las mujeres, sino que es bueno para el desarrollo de los territorios. Sin mujeres activas no hay crecimiento y no hay desarrollo.
– El emprendimiento femenino gana cada vez más presencia en nuestro país, ¿qué retos tienen por delante las mujeres?
-En Fundación Mujeres nos gusta compartir con las mujeres emprendedoras que confían en nosotras el reto de cambiar la actividad empresarial y el aspecto eminentemente masculino que continúa teniendo la empresa y la actividad empresarial en todo el mundo. Es verdad que cada vez hay más mujeres emprendedoras y empresarias, pero también es verdad que siguen afrontando problemas para desarrollar sus ideas de negocio. Algunas de estas dificultades tienen que ver con las propias competencias, por ejemplo, son muy importantes las competencias digitales, la capacidad de innovar y los conocimientos básicos para poder desarrollar plenamente mi propio negocio. Pero otras dificultades siguen estando relacionadas con el contexto social, como por ejemplo las mayores dificultades de acceso al crédito o en las oportunidades de crecimiento y desarrollo empresarial.
Las emprendedoras y empresarias están cambiando el mundo y son una oportunidad de desarrollo para todas y todos especialmente en el ámbito rural. Según nuestra experiencia muchas emprendedoras plantean un modelo de negocio basado en las necesidades de las personas y en los servicios de proximidad. Necesitamos estas iniciativas no sólo por los derechos de las mujeres, sino por una sociedad más justa y más humana.