El trabajo diario en el centro de salud de Peñaranda implica, también, la cirugía menor que prestan algunos de sus profesionales y que para muchos sigue siendo desconocida. El doctor Alfonso Sánchez, coordinador además de dicho centro, lleva años practicándola como un importante alivio al Hospital de Salamanca y a los propios pacientes que pueden resolver este tipo de problemas sin necesidad de desplazarse a la capital. «Llevo toda la vida, como suele decirse, encargándome de cirugía menor, desde el año 1981 hasta ahora, primero en la zona de Madrigal de las Altas Torres (Ávila) donde estuve desde 1983 a 2004 y luego estos 20 años en Peñaranda. Siempre lo he hecho, con más o menos medios e incluso con medios míos», afirma.
En la sanidad rural, el centro de salud de Peñaranda está prácticamente en cabeza año tras año en este tipo de pequeñas intervenciones que van desde lesiones cutáneas a lipomas pasando por infiltraciones, abscesos, quistes epidérmicos o las uñas encarnadas. «En Peñaranda ya desde hace tiempo contamos con un bisturí eléctrico que te permite trabajar con más comodidad en algunas lesiones y también tenemos una camilla hidraúlica en la zona de Urgencias que es donde llevamos a cabo estas intervenciones de cirugía menor», añade Alfonso Sánchez.
Por lo general, una vez realizada la primera evaluación en Atención Primaria, suele citarse al paciente para que acuda al servicio de Urgencias del centro de salud peñarandino en una jornada en la que Alfonso Sánchez esté de guardia. «Siempre dando prioridad a las Urgencias que vayan llegando, suelo programar varias citas para estas cirugías. En las épocas de atrás en las que había muchísima carga asistencial, lo quité pero ahora lo hemos retomado. En verano disminuyen este tipo de intervenciones porque las lesiones que tratamos cicatrizan peor por el calor y en los meses de septiembre-octubre recuperamos ya la actividad normal», afirma. Junto al personal de Enfermería, Alfonso Sánchez recibe a los pacientes de la cirugía menor con la amabilidad que le caracteriza y esa cercanía tiene, además, un efecto altamente positivo para que el paciente esté tranquilo durante el proceso.
«Me llaman a veces el médico de las verrugas y en realidad no quito ninguna, lo que es la verruga vulgar no se quita», comenta Alfonso Sánchez en tono de humor. «Todo este trabajo que realizamos en los centros de salud supone un alivio importante en la carga hospitalaria además de detectar incluso alguna lesión maligna que hemos derivado rápidamente como algún melanoma», señala el médico.
La valoración por parte de los pacientes es altamente positiva. «Es una suerte que todo esto lo hagan en Peñaranda, te evitan ir al hospital y perder prácticamente todo el día. Vienes a la cita y vuelves a tu casa y también es muy importante el buen trato que recibes», añade uno de los pacientes tras salir de una de estas intervenciones de cirugía menor.