Los peores pronósticos se han cumplido y la intensa lluvia, acompañada en algunos momentos por copos de nieve, ha obligado a suspender en Peñaranda el traslado penitencial del Santo Cristo del Humilladero y la Virgen de las Lágrimas desde su ermita hasta la iglesia de San Luis. A lo largo de todo el Martes Santo se han ido siguiendo casi al minuto las previsiones meteorológicas y pasadas las 20:30 horas, cuando llegaban los primeros cofrades a la ermita empezaba a caer agua con más intensidad. La junta de Gobierno de la cofradía que encabeza Guillermo Flores, reunida en la sacristía con el párroco, Lauren Sevillano, y el presidente de la Hermandad de Cofradías, Moisés Pérez ha valorado la situación y ha anunciado a los presentes una prórroga de media hora sobre el horario de salida previsto a las 21:00 horas. Los paraguas de las personas que se agolpaban en el exterior iban haciendo mella en la ilusión de los hermanos de carga y de fila en un 2024 largamente esperado para el estreno del nuevo paso del crucificado en una primera fase. Transcurridos los 30 minutos anunciados y tras una nueva reunión de la Junta, Guillermo Flores ha comunicado oficialmente la suspensión de la procesión para preservar el patrimonio, tanto las imágenes en primer lugar, como los pasos. El párroco, Lauren Sevillano, ha valorado muy positivamente la decisión «basada en el sentido común» y ha dirigido una oración en el interior de la ermita.