Ganaderos de vacuno de Alaraz, Mancera de Abajo y Macotera se han concentrado esta mañana en la localidad alaraceña para protestar frente a las medidas de saneamiento que se llevan a cabo en las explotaciones y que están ocasionando graves pérdidas económicas al sector. «Llevamos 20 años matando vacas y no se logra nada ni se acaba con la enfermedad por lo que está claro que la solución no es ésa y hay que buscar otra. Las pruebas que se realizan a los animales para detectar la tuberculosis bovina tampoco ofrecen mucha fiabilidad y te encuentras con que un 90 por ciento de las que van luego al matadero están bien», explica José Antonio Salinero, alcalde de Alaraz, un pueblo salmantino con gran tradición ganadera y en el que se vive con mucha preocupación esta problemática.
«El motivo de estos cortes en el saneamiento no es otro que hacer ver que nos están asfixiando con tanta burocracia y solamente pedimos que nos dejen trabajar. Llevamos décadas con un programa de erradicación de la tuberculosis bovina y lo que se necesita en realidad es un programa de control, van a erradicar antes al ganadero que a la enfermedad», explica Javier Gómez, uno de los ganaderos afectados por la situación. «Te pongo como ejemplo una explotación con 100 vacas en la que el veterinario marca una como positiva, tras una prueba que tampoco es eficaz, y las otras 99 están limpias, por qué bloquean durante meses esa explotación. Nos hacen la vida imposible, tenemos pastos arrendados a los que no nos dejan mover el ganado, los terneros los tenemos que vender a otro precio y se convierte en algo insostenible. Cuando llega el saneamiento a la explotación, el ganadero no duerme y pedimos también a la sociedad un poco de comprensión con lo que estamos pasando. Soy hijo de ganadero, tengo 27 años, pero me planteo seriamente cambiar de negocio», afirma.
Ganaderos Unidos de Castilla y León, asociación que ha nacido en Tamames precisamente en defensa del sector, tiene ya representantes por comarcas para lograr esa unión necesaria y ser fuertes todos juntos. «Hemos decidido no cobrar ninguna subvención como asociación y mantenernos con las cuotas de los socios, animamos a los ganaderos a sumarse a ella y quiero aclarar que los que estamos ahí no cobramos nada, lo hacemos por amor a nuestro trabajo», añade Javier Gómez.