Sin mirar el reloj ni tampoco el termómetro: así llevan desde el pasado martes los componentes de una fiel cuadrilla navideña que cada año se encarga en Santiago de la Puebla de llevar a la localidad en un original viaje en el tiempo hasta la aldea de Belén de Judea en la que nació el Mesías hace más de dos milenios. Los años de experiencia en las labores ya se notan, además, en la perfecta coordinación y sincronización de las tareas que han ido avanzando en la plaza Mayor, escenario cada año de una de las representaciones de belén viviente más famosas de la provincia. La panadería, el pozo, el puente, la posada donde San José y la Virgen María buscarán refugio y el portal en la entrada porticada del Ayuntamiento ya están listos para que este sábado, a partir de las 17:30 horas, casi un centenar de santiagueses den vida a los habitantes de Belén ante la atenta mirada de varios cientos de visitantes.
Ilusión, por supuesto, que no falta para seguir «hasta que Dios quiera» y nunca mejor dicho con una iniciativa que nació como el sueño modesto de unos pocos de hacer un belén en el pueblo y que, a día de hoy, es referente obligado en la Navidad de la comarca peñarandina. A punto de despedir el 2023, bien merece por tanto una visita a Santiago de la Puebla este sábado para no perder detalle y disfrutar del gran trabajo, del esfuerzo y la dedicación que todo un pueblo pone cada año en su belén viviente.