Fuentes de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León han asegurado esta mañana que «no se ha iniciado expediente sancionador a nadie porque la investigación no ha sido capaz de identificar el culpable de la contaminación» en los hechos que se produjeron a finales del pasado mes de julio en el restaurante Las Cabañas de Peñaranda. La celebración de dos banquetes de boda en la finca El Ventorro dejó 38 personas con síntomas compatibles con una posible intoxicación alimentaria y falleció una mujer de 96 años, abuela de una de las novias.
Apenas unas horas más tarde, Gerardo Díaz, uno de los propietarios del restaurante aseguró que se estaban siguiendo los protocolos de Sanidad que manda la Junta de Castilla y León a rajatabla y que «tras varias inspecciones veterinarias se ha determinado que los manuales de autocontrol están perfectos, la recogida de la comida «testigo» para estos posibles problemas está correcta y hay que ser cautos y esperar al dictamen final de la Junta y de los técnicos sanitarios» que llega casi cinco meses después tras una exhaustiva investigación.
A lo largo de este tiempo no han cesado los mensajes de peñarandinos y de clientes de toda España poniendo en valor la profesionalidad, el buen hacer y la merecida fama que Las Cabañas da siempre a Peñaranda por la excelencia de sus fogones. Hosteleros de la localidad y de otros puntos de España también han enviado sus mensajes de ánimo a los hermanos Díaz defendiendo su profesionalidad y reconociendo que «nadie está libre de que pueda ocurrir algo así y esto no debe mermar muchísimos años de una trayectoria intachable y de ser grandes embajadores de la gastronomía peñarandina».