Si usted es una de las personas que consulta las redes sociales del programa de televisión «Y ahora Sonsoles», que presenta la conocida periodista Sonsoles Ónega, está leyendo habitualmente los contenidos que crea un peñarandino, también periodista, y que está cumpliendo en Madrid uno de sus retos profesionales. Óscar Martín Mesonero tiene 25 años y sigue muy vinculado por raíces familiares y amistades a la localidad peñarandina en la que se le ve con frecuencia, como ha sucedido en las Ferias y Fiestas de agosto, antes de regresar a su tarea diaria en el grupo Atresmedia.
– ¿Qué te llevó a estudiar Comunicación Audiovisual?
– Ser actor (risas), aunque con el paso del tiempo me he dado cuenta de que mi verdadera pasión es contar historias ya sea a través de la radio, en la televisión o en las redes sociales, donde más estoy aprendiendo. Crear contenido a través de historias que informen o entretengan a la gente.
-¿Cuáles han sido tus pasos tras acabar la carrera?
Empecé un Máster de Radio, y acabé con un año de prácticas en la Cadena COPE y en CADENA 100. Ahí empezó el descubrimiento del universo digital que te da cabida prácticamente a hacer casi todo. Quise aprender más y terminé otro Máster, esta vez de Comunicación Digital, donde conseguí entrar en el grupo Atresmedia y hasta ahora, en la productora Buendía Estudios, siendo responsable de las redes sociales de «Y ahora Sonsoles».
-¿Cómo es un día cualquiera de tu trabajo?
Lleno de expectación. Es verdad que llevando las redes sociales hay ciertos contenidos que puedes dejar ideados, grabados y preparados, pero al estar en un programa en directo, donde la actualidad manda, muchas veces tenemos material preparado que se va posponiendo. Llego a la redacción, veo las cosas que mejor han funcionado en redes sociales, y modifico el calendario de contenidos en variación a esos datos. Luego llega la parte más entretenida: pensar e idear. Después estudiamos la escaleta de contenidos, que es como si fuera el esqueleto del programa, para tener una previsión de las cosas que se pueden sacar y amplificar en redes sociales.
-¿Qué es lo que más te gusta de tu día a día?
Las reuniones. Sentarte con tanta gente profesional, con historias impresionantes detrás de sus espaldas, ver como trabajan y como se vuelcan por sacar un programa diario, me enriquece un montón. Y me encanta que haya noticias de última hora, mejor si es una noticia positiva, que sucedan cosas imprevistas. En esos momentos hay una magia especial. Es un gran aprendizaje.
-¿Qué echas de menos de Peñaranda?
La verdad es que no me da tiempo a echar mucho de menos a Peñaranda porque suelo ir habitualmente a ver a mi familia y amigas. La facilidad de tener todo al lado de casa es algo inexistente en Madrid, y sobre todo se añora cuando ves “lejos” lo que es “de toda la vida”. Ir al cine o al teatro con tanta facilidad y de manera económica, para disfrutar de los mejores estrenos, es algo de lo que debe de estar orgullosa Peñaranda. En Madrid, si vas todas las semanas, prácticamente puedes llegar a hipotecarte.
-¿Qué proyectos tienes para el futuro?
De momento seguir donde estoy que no es poco y aún no me lo creo, ni creo que sea consciente. Cada día es un aprendizaje. En un futuro muy lejano, quizás, me gustaría poder enseñar a nuevas generaciones lo que estoy aprendiendo hoy en día. Pero, ¿quién sabe? De momento estar en un programa como este que es líder de las tardes, en Antena 3 que es la cadena de televisión líder del país, es algo que me gusta saborear.
-¿Qué es lo que más has aprendido hasta hoy?
La mayoría de las veces es importante formar parte de un gran equipo que apoye, respalde y te ayude en tus ideas. Sara Ruíz, mi compañera, encargada de la web del programa, y yo, formamos un gran equipo y me encanta. Siempre nos apoyamos mutuamente. Me quedaría con una frase que escuché en la redacción: “No tengo porque ser el mejor, pero sí tengo que intentarlo”.
-¿Como ves la situación actual de esta profesión?
Complicada. No nos vamos a engañar. Yo he tenido una oportunidad que aún no me la creo y por la que doy gracias todos los días. Somos muchos los que nos queremos dedicar a la comunicación o al periodismo y hay pocas vacantes. Quien se quiera dedicar a este mundo, tiene que saber que no es tan fácil acceder como otras profesiones.