Poco a poco todo vuelve a la normalidad y tras la bendición de la imagen, triduo en su honor y celebración de su fiesta como nueva patrona, Santa María Reina ocupa ya su lugar en la iglesia parroquial flanqueando el presbiterio junto al otro patrón peñarandino, San Miguel Arcángel. Santa María Reina ocupa ahora el pedestal en el que estaba la Inmaculada Concepción, imagen que ahora se ha colocado en una de las naves laterales, y los cambios también han motivado que la talla de Jesús atado a la columna, de Esteban de Rueda, pueda verse ahora en el templo frente a la Virgen de la Soledad.
Mientras tanto la ciudad se prepara también para vivir sus fiestas «chicas» en honor de su patrón San Miguel Arcángel que se celebrarán en la última semana de este mes de septiembre y que traerán el viernes 29 la segunda y última fiesta local del año.