El peñarandino César Rodríguez del Castillo ha convertido su gran pasión por los seres vivos en su medio de vida y a su trabajo en un centro de rescate de primates en los Países Bajos suma ahora una nueva y apasionante experiencia en Indonesia donde en estos momentos colabora con el Proyecto Macaca Maura de estudio del comportamiento, la ecología y cognición del macaco moro en su hábitat a casi 18.000 kilómetros de distancia de Peñaranda.
-¿Cómo surgió la idea de emprender esta nueva etapa profesional?
-Hace un año empecé a estudiar el Máster en Primatología ofrecido por la Universidad de Girona y en parte, debo agradecérselo al COVID ya que, durante la pandemia, las clases de este máster cambiaron de formato presencial a formato online. Al acabar la pandemia, y después de todo el trabajo que había invertido, la dirección del máster decidió mantener las clases virtuales y esto me permitió poder matricularme en el máster, a la vez que continuaba con mi trabajado en el centro de rescate Stichting AAP, en Almere, en los Países Bajos. Una vez finalizadas todas las asignaturas, el siguiente paso era realizar el trabajo de final de máster (TFM) y para ello, y siguiendo la recomendación de un amigo, decidí colaborar con el proyecto Macaca Maura.
-¿En qué consiste el proyecto?
-El objetivo de este proyecto es estudiar el comportamiento, la ecología y la cognición del macaco moro (Macaca maura), una especie de primate categorizada como amenazada, y de la que queda mucho por conocer. Se encuentra en el sur de la isla de Célebes (o Sulawesi), en Indonesia. Llegué a Jakarta a finales de febrero, donde estuve un par de semanas para obtener varios documentos necesarios para poder investigar en Indonesia. A principios de marzo, vine a Bira, un pueblo en la costa famoso por sus arrecifes de coral y un destino muy popular entre buceadores de todo el mundo. Aquí, estaré hasta mediados de junio, ya que, en julio, finaliza la excedencia que me concedieron en el trabajo. El macaco moro, como otros muchos primates y por diferentes razones, duerme en la copa de los árboles de los bosques y selvas donde vive. Por ejemplo, una de las ventajas de dormir alejados del suelo, es el poder evitar más fácilmente a posibles depredadores, y a su vez, poder detectarlos más rápidamente. El objetivo de mi TFM (Trabajo Fin de Máster) es estudiar si muestran una preferencia por determinadas especies de árboles, o por diferentes características físicas, por ejemplo, si prefieren los árboles de mayor altura, o con una mayor cobertura vegetal. Y a su vez, identificar que factores podrían influenciar esta preferencia, por ejemplo, podría ser que los árboles que eligen para dormir se encuentran alejados de las zonas más ruidosas, como son los hoteles. Otro factor determinante podría ser la cercanía a las zonas donde se alimentan.
-¿Cómo está siendo su vida en Indonesia?
-Dejando a un lado los macacos, vivir en Indonesia por unos meses esta siendo toda una experiencia. En general, los indonesios son personas muy amables y simples, con una actitud muy positiva, y aunque, al no saber indonesio, no pueda comunicarme con la mayoría de ellos, siempre que pueden intentan ayudarte, si ven que estas perdido o si pregunto algo utilizando el traductor. La comida es otro de los atractivos de Indonesia, utilizan muchas especias diferentes, y sobre todo el nivel de picante de las comidas, es algo a lo que te tienes que acostumbrar. Y entre los datos más impactantes y que mejor muestran la gran diversidad cultural que existe, Indonesia esta compuesta por 17.500 islas, dende viven 1340 grupos étnicos distintos y donde se hablan más de 700 idiomas locales diferentes, aunque todos ellos hablan el idioma oficial o indonesio. Casi al mismo tiempo que empecé a estudiar a los macacos, entré también a formar parte de la vocalía de comunicación de la Asociación Primatológica Española o A.P.E. y nuestra función es la divulgación de conocimientos relacionados con la Primatología y compartir artículos, cursos y congresos relacionados.