El Obispo de Salamanca, Monseñor José Luis Retana, ha anunciado este martes, 11 de abril, el nombramiento del nuevo Consejo Episcopal de la Diócesis de Salamanca y de un nuevo equipo para la Delegación diocesana para el Clero y las Vocaciones sacerdotales. Estos nombramientos se producen tras la consulta realizada por el obispo a los presbíteros de la diócesis y “buscando el bien de nuestra Iglesia diocesana”, como destaca.
En una carta dirigida a los presbíteros en la que da a conocer los nombramientos, el pastor diocesano muestra su gratitud con los sacerdotes que han tenido una responsabilidad diocesana en estos últimos años, “por su dedicación y entrega”. También manifiesta que ha querido incluir “todas las sensibilidades pastorales”, tanto en el Consejo Episcopal como en la Delegación para el Clero, con una estructura de gobierno más amplia, y en continuidad con el proceso de renovación planteado en la Asamblea diocesana, para “repartir entre más la tarea” y “ser fiel al estilo sinodal en el que queremos caminar”.
En ese sentido y como avanzó en el encuentro de la fase continental del Sínodo del pasado 14 de enero, incorpora en el Consejo Episcopal a dos mujeres, una religiosa y otra madre de familia, que por primera vez en la historia de la Diócesis de Salamanca, formarán parte del principal órgano de gobierno de la diócesis. Un Consejo que asesora al obispo en aquellas cuestiones que afectan a la vida de la Iglesia de Salamanca, tratando de dar respuesta a las necesidades que se puedan plantear en cada momento.
Nuevo Consejo Episcopal
El nuevo órgano de gobierno, que preside el obispo, estará formado por el vicario general y moderador de Curia, Tomás Durán Sánchez; el pro-vicario general, Antonio Carreras Sánchez-Granjel; el vicario episcopal de pastoral, Andrés González Buenadicha; tres delegados episcopales que serán coordinados por el vicario episcopal de pastoral: los sacerdotes José Ángel Ávila y Javier Alonso Talegón y la hermana Mercedes Bayo Mayor, sscc, que estarán al frente de las nuevas Delegaciones episcopales para vivir el Misterio y la Comunión, para la Evangelización y el Primer Anuncio, y, para una Iglesia de la Caridad y samaritana, respectivamente. Además, incorpora al Consejo Episcopal al sacerdote Gonzalo Escamilla Romero, que a su vez es miembro de la Delegación para el Clero, y a la laica, María Criado González, a la que ha designado directora del Servicio diocesano de Comunicación.
Renovada la Delegación para el Clero
En cuanto a la Delegación diocesana para el Clero y las Vocaciones Sacerdotales, Mons. José Luis Retana ha nombrado como responsable y coordinador al sacerdote Amable García Rodríguez y como vice-delegado y encargado de la formación teológica permanente al presbítero Juan José Calles Garzón. En ella continúa también el sacerdote Gonzalo Escamilla Romero, que además entra a formar parte del Consejo Episcopal.
Todos ellos comenzarána desempeñar su ministerio a partir del 27 de mayo, víspera de la Pascua de Pentecostés.
Sus funciones
El sacerdote Tomás Durán Sánchez releva en la vicaría general a Florentino Gutiérrez Sánchez, al frente de ella desde 2004. Al vicario general le corresponde la moderación de todo el trabajo de la Curia y dependerán directamente de él la Delegación diocesana para el Patrimonio, el Servicio diocesano de Patrimonio artístico y cultural y de evangelización de la cultura y el Servicio diocesano de Comunicación.
Junto al vicario general Mons. José Luis Retana incorpora a la estructura de gobierno al pro-vicario general, que recae en el sacerdote Antonio Carreras Sánchez-Granjel. Aunque la figura del pro-vicario General sea una novedad en nuestra diócesis, es un oficio estable que existe desde hace tiempo en numerosas diócesis y que el derecho canónico contempla. El pro-vicario general es el sacerdote que sirve de auxilio y ayuda al vicario general en lo que éste o el obispo le requieran. Suple, además, al Vicario General en caso de necesidad y ausencia. Al igual que cualquier colaborador directo del obispo en su trabajo debe procurar la mejor cooperación y coordinación con el resto del equipo de la Curia Diocesana.
Por otro lado, Andrés González Buenadicha, asume la Vicaría Episcopal de Pastoral que anteriormente tuvo a su cargo, desde 2018, Policarpo Díaz Díaz. Entre sus cometidos está animar la pastoral territorial, los arciprestazgos, en conexión con el Colegio de Arciprestes; coordinar el trabajo del Consejo diocesano de Pastoral como secretario del mismo; y coordinar las tres nuevas Delegaciones Episcopales constituidas por el obispo.
Así, la Delegación diocesana para vivir el Misterio y la Comunión tendrá como responsable al sacerdote José Ángel Ávila Hernández, que coordinará las Delegaciones diocesanas de Liturgia, Clero y Vocaciones sacerdotales; Apostolado Laical; para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica; Familia y Vida, y los Servicios diocesanos de Vida contemplativa, Ecumenismo y Relaciones interconfesionales.
El sacerdote Javier Alonso Talegón se encargará de la Delegación episcopal para la Evangelización y el nuevo anuncio. Entre sus cometidos está la coordinación de las Delegaciones diocesanas de Catequesis, Pastoral Juvenil, Pastoral Universitaria, Enseñanza y Educación en el tiempo libre y los Servicios diocesanos de Misión “ad gentes”, Pastoral de la Carretera y Peregrinaciones.
Además, la religiosa de los Sagrados Corazones, Mercedes Bayo Mayor, asume la Delegación episcopal para una Iglesia de la Caridad y samaritana. En su caso coordinará a Cáritas diocesana de Salamanca -que mantiene su Estatuto jurídico propio, las Delegaciones diocesanas de Pastoral Social y del Trabajo y los Servicios diocesanos de Pastoral Penitenciaria y de la Salud. Así como los que puedan establecerse en el futuro ligados a la actividad caritativa y social de la Iglesia de Salamanca. Entre sus cometidos también está alentar la actividad caritativa de las congregaciones e institutos religiosos, seculares, Hermandades y Cofradías.
Biografía de Antonio Carreras
El pro-vicario general, Antonio Carreras Sánchez-Granjel, es salmantino de 42 años y fue ordenado presbítero en 2018. Actualmente es vicario parroquial en Peñaranda de Bracamonte y párroco en Tordillos, Coca de Alba, Alconada, Ventosa del Río Almar y Nava de Sotrobal. En su etapa del Seminario colaboró con el grupo de la Pastoral juvenil diocesana, hoy sigue animando con otros sacerdotes la pastoral juvenil en el arciprestazgo de Peñaranda-Calvarrasa-La Villas.Antonio acoge esta nueva misión que el obispo le ha confiado “con la alegría del Evangelio”. Estrena un nombramiento que hasta el día de hoy nuestra diócesis no había conocido, y que tiene como fin principal ayudar al Obispo y al Vicario General en las tareas y encargos que precisen. “Asumo esta responsabilidad de servicio a la comunidad diocesana con el corazón agradecido por los esfuerzos de tantos sacerdotes y laicos que cada día trabajan por llevar a Cristo Resucitado a todos los hombres y mujeres de nuestra diócesis”, manifiesta. Y espera su trabajo “sirva, al menos, para hacer más fácil y llevadera alguna de las cargas y responsabilidades que nuestro obispo tiene que afrontar en el gobierno y administración de nuestra Iglesia”. Y con el mismo ánimo se ofrece también “al vicario general en la misión que hoy asume”.
Antonio reconoce su “pequeñez ante los enormes retos que enfrenta hoy nuestra Iglesia y que requieren cada vez más la colaboración de todos”. Por ello, en este tiempo en que la Iglesia “redescubre la sinodalidad como expresión de su esencia”, le gustaría me gustaría que este encargo nuevo sirva de cauce “para escuchar mejor a todos los que a menudo acuden al obispado buscando una ayuda o apoyo a sus dificultades”. Y, en esta Octava de Pascua, se confía “con todos a la intercesión de nuestra madre la Virgen de la Vega”.