La talla del Santísimo Cristo de la Agonía (Cristo de San Luis), protagonista del cartel anunciador de la Semana Santa peñarandina, y una imagen de Santa Teresa de Jesús han presidido hoy el escenario del teatro Calderón con motivo del pregón que ha pronunciado el prior de los Carmelitas Descalzos de Alba de Tormes y Salamanca, Miguel Ángel González. El presidente de la Hermandad de Cofradías, Moisés Pérez, ha abierto el acto mencionando en su discurso el momento de renovación que viven las cofradías del muncipio y ha dicho que «las ocho cofradías debemos estar unidas en la coordinación y organización de la Semana Santa y ayudarnos unos a otros, los más veteranos estamos para ayudar y a los nuevos, un abrazo de acogida e ilusión». Moisés Pérez ha tenido una especial mención para el regreso de la banda de cornetas y tambores y un emocionado recuerdo para Jacinto Dosuna, hermano mayor de la cofradía Jesús Amigo de los Niños y gran colaborador de la Semana Santa, fallecido hace unas semanas.
La esencia de la santa andariega y una invitación al público «Vamos a vivir esta Semana Santa de la mano de Santa Teresa de Jesús, con el propósito de que se reproduzca en nosotros la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, para ser así amigos fuertes de Dios con Santa Teresa de Jesús» han servido de introducción en un pregón que han seguido atentamente las personas que llenaban el teatro, entre ellas autoridades locales, párrocos, y representantes de las cofradías y cabildos de la localidad y que han brindado una intensa ovación al padre Miguel Ángel González.
En este mismo acto se ha hecho entrega, además, de los galardones de la XXX edición del Premio Nacional de Poesía que convoca la Hermandad de Cofradías de la Semana Santa peñarandina. Javier Castrillo Salvador, de la localidad palentina de Tarilonte de la Peña, por su obra titulada «Son de liturgia» ha recibido el primer premio dotado de 1.500 euros y placa mientras que los 600 euros y placa del accésit han recaído en Juan de Molina, natural de Ubrique (Cádiz) por su poemario «Una cuestión de fe». Ambos han leído, además, las obras premiadas.
El acto ha finalizado con una saeta cantada por la artista Sinfo Arroyo ante la imagen del Santísimo Cristo de la Agonía.
(TEXTO ÍNTEGRO DEL PREGÓN DE LA SEMANA SANTA DE PEÑARANDA 2023)
VIVIR CON PASIÓN DE AMOR CON SANTA TERESA DE JESÚS EN EL AÑO JUBILAR TERESIANO
P. Miguel Ángel González, Prior OCD de Alba de Tormes y de Salamanca
EXCMA. SRA. ALCALDESA, MIEMBROS DE LA CORPORACIÓN MUNICIPAL, AUTORIDADES RELIGIOSAS, JUNTA DE SEMANA SANTA, HERMANOS COFRADES, SEÑORAS Y SEÑORES.
Quiero comenzar agradeciendo la invitación a realizar este pregón en este año de júbilo a lo teresiano, con especial ilusión para mí por tener raíces en Peñaranda de Bracamonte y su comarca por línea materna, ya que mi bisabuela Hipólita González Martín, nació aquí, en 1899, en la casa que la familia tenía en la plaza mayor. Además una tía nuestra, Esperanza Palomo Lozano, ahora por línea paterna, nacida en 1903 en El Campo de Peñaranda, vivió en el carmelo peñarandino con el nombre de Hermana Esperanza de San José; carmelita descalza 39 años, desde 1937 hasta su muerte en 1976.
Vamos a vivir esta Semana Santa de la mano de Santa Teresa de Jesús, con el propósito de que se reproduzca en nosotros la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, para ser así amigos fuertes de Dios con Santa Teresa de Jesús.
Intercalando pasajes teresianos, vamos a recordar cuatro claves fundamentales y una conclusión para VIVIR CON PASIÓN DE AMOR.
1.-Amada en el amado tranformada. Mi amado para mi y yo para Él.
2.- Amar en Dios a amigos y enemigos.
3.-Amar con la pasión del amor.
4.-Vivir el Evangelio del amor a Dios y al prójimo con el ejemplo de mujeres fuertes.
Conclusión: Santa Teresa y nosotros como ella siempre con Jesucristo.
Del Camino de Perfección: «Estáse ardiendo el mundo. Quieren tornar a sentenciar a Cristo, pues le levantan mil testimonios y quieren poner su Iglesia por el suelo. ¡Oh, Padre eterno! Mirad que no son de olvidar tantos azotes e injurias. ¿Siempre que tornamos a pecar lo ha de pagar este amantísimo Cordero? No lo permitáis, Señor. Os lo suplico por quien Vos sois: habed lástima de tantas almas como se pierden y favoreced vuestra Iglesia. No permitáis ya más daños en la cristiandad»
1.- Amada en el amado tranformada. Mi amado para mi y yo para Él. De Las Moradas de santa Teresa de Jesús: «Es larga la vida, y hay en ella muchos trabajos, y hemos menester mirar a nuestro dechado, Cristo, cómo los pasó. Es muy buena compañía el buen Jesús para no apartarnos de ella, y su sacratísima Madre, y Él gusta mucho de que nos dolamos de sus penas».
El amor envuelve a Santa Teresa de Jesús desde el principio de su vida. Ser amada y amar le resultaba fácil. Dos fuerzas irrumpen en Santa Teresa y se asoman, poderosas, a su conciencia. Dios, de quien se siente penetrada y atraída; y las personas, de quienes se sabe y se necesita amada. Dos sinfonías de amor que resuenan en su corazón joven, y también de mujer adulta. Sin embargo, al principio el amor de Dios y el de las personas los experimenta como rivales. No logra armonizarlos y se pregunta si tiene que sacrificar el uno al otro. Va descubriendo cómo el amor a las personas lo puede vivir desde el amor a Dios, desde la armonía del único Amor. Es entonces cuando Dios le da señorío. Crece su capacidad de amar. En ella, la amistad en el Señor es armonía de un único Amor. Descubre que Dios camina a nuestro lado y se hace comunidad.
Aprendamos nosotros a ser amigos fuertes de Dios sabiendo que el gran secreto de nuestra santa es que entiende la oración como una relación de amistad: “que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama.”
Intenta explicar que la dificultad viene de que somos de diferente condición: nuestra condición ingrata; la de Él, de fidelidad ”porque para ser verdadero el amor y que dure la amistad, hanse de encontrar las condiciones… porque no es de vuestra condición…más viendo lo mucho que os va en tener su amistad y lo mucho que os ama, pasáis por esta pena de estar mucho con quien es tan diferente de vos.”
Santa Teresa descubre a Jesucristo como el Amigo verdadero y no le dejará ya nunca… “Con tan buen amigo presente.., todo se puede sufrir. Es ayuda y da esfuerzo; nunca falta; es amigo verdadero”.
Del Camino de Perfección y de una de sus cartas: «A los que Dios mucho quiere, lleva por camino de trabajos, y mientras más los ama, mayores. El premio de los trabajos es el amor de Dios. Por tan precioso precio, ¿quién no los amara?».
2.- Amar en Dios a amigos y enemigos: Del Libro de la Vida de santa Teresa de Jesús: «Es muy buen amigo Cristo, porque le miramos hombre y vémosle con flaquezas y trabajos, y es compañía. Es muy fácil hallarle cabe sí. Siempre que pensemos en Cristo, es bien nos acordemos del amor con que nos hizo tantas mercedes, y cuán grande nos le mostró Dios en darnos tal prenda del que nos tiene: que amor saca amor».
En las comunidades de Carmelitas Descalzas, pone Teresa “el amor de unas con otras” como primera condición para entrar en el camino del amor: “Aquí todas han de ser amigas, todas se han de amar, todas se han de querer, todas se han de ayudar.” Explica la importancia de que este amor sea “amor verdadero” que es el que nace de un profundo conocimiento de la verdad de Dios y del mundo: “…cuando una persona ha llegádola Dios a claro conocimiento de lo que es el mundo y de qué cosa es mundo, y de que hay otro mundo, digamos, u otro reino, y la diferencia de lo uno a lo otro, y que aquello es eterno y estotro es soñado, y qué cosa es amar al Criador o a la criatura, y qué se gana con lo uno y qué se pierde con lo otro, y qué cosa es Criador y qué cosa es la criatura, y otras muchas cosas que el Señor enseña con verdad y claridad a quien su Majestad quiere, aman muy diferentemente de los que no hemos llegado aquí”.
En esta forma de amar dice Santa Teresa “se quiere con más pasión y más verdadero amor y más provechoso amor; en fin es amor, y estotras aficiones bajas le tienen hurtado el nombre.” Y explica cómo aman estas personas: “Verdad es que lo que ven aman y a lo que oyen se aficionan; más es a cosas que ven son estables. Luego éstos si aman un amigo, pasan por los cuerpos (que como digo no se pueden detener en ellos), y pasan a las almas y miran si hay que amar; si no lo hay y ven algún principio o disposición para que si cavan, hallarán oro en esta mina, si tienen amor, no les duele el trabajo; ninguna cosa se les pone delante que de buena gana no la harían para bien de aquel alma, porque la desean amar, y saben muy bien que, si no tiene bienes y ama mucho a Dios que es imposible…(…)…Y este amor que sólo acá dura, alma a quien Dios ha infundido verdadera sabiduría , no le estima en más de lo que él vale, ni en tanto…(…) …esto tiene debajo de los pies y poco se le da de ello. Ahora pues aquí si tiene amor, es la pasión del amor… (…)…perderían mil vidas por un pequeño bien suyo”.
3.- Amar con la pasión del amor: Del Camino de Perfección y de una de sus cartas: «Juntos andemos, Señor: por donde fuereis tengo de ir. Tomemos, hermanos, su cruz. No hagáis caso de lo que dijeren. Tropezando, y aun cayendo como Él, no os apartéis de la cruz ni la dejéis. Ya se sabe: quien quiera gozar del Crucificado, ha de pasar cruz».
Esto sólo lo puede hacer con un corazón de mujer, un corazón humano, al estilo del Corazón de Jesús. No sólo va más allá del propio interés, sino que se entrega generosamente, sin restricciones, sabe buscar el bien para el otro, porque tiene su raíz en el fuego del amor de Dios, siempre vivo.
La amistad que vivió con personas, fuerte e intensa, se funda en la verdad. Quería que se ayudaran a ser amigos para el Amigo y del Amigo. En los “tiempos recios” que le tocó vivir le parecía…”que son menester amigos fuertes de Dios”. Llena de confianza en que “se podían hacer espaldas unos a otros” y así ayudar a “sustentar a los flacos”. Invita al grupo de los más cercanos, a hacer este pacto… “Este concierto querría hiciésemos los cinco que al presente nos amamos en Cristo, que como en otro tiempos se juntaban en secreto contra su Majestad y ordenar maldades y herejías; procurásemos juntarnos alguna vez para desengañarnos unos a otros y decir en lo que podríamos trabajarnos y contentar más a Dios; que no hay quien tan bien se conozca a sí como nos conocen los que nos miran, si es con amor y cuidado de ayudarnos.”
Su invitación para cambiar el mundo es vivir la amistad con Jesucristo Amigo y amarnos en Cristo, decirnos la verdad, enmendarnos y procurar ser amigos del Amigo y para el Amigo y dar la vida como Él lo hizo. En este decir la verdad, entra el amor que busca crecer en la caridad con obras y que le llevaba a decir “que no se puede entretener en las arcas el dinero de los pobres” y que quisiera dar no sólo una vez su vida sino mil veces para salvar a otros. “Mil vidas daría yo por una sola alma que se salve”.
Santa Teresa de Jesús deja dilatar su corazón, parecido al de Jesucristo hasta llegar a ser “fuego de caridad”. Comprende y vive la unidad entre el amor a Dios y el amor a los hermanos.
De Las Moradas de santa Teresa de Jesús: «Cuando pienses en el Señor, o en su vida y Pasión, acuérdate de su mansísimo y hermoso rostro, que es grandísimo consuelo. Será como un recuerdo suave que cale en tu memoria. Podrá llegar a quedar tan esculpida en tu mente esta imagen gloriosísima, que jamás se borre de ella hasta que la veas adonde para sin fin la puedas gozar».
4.-Vivir el Evangelio del amor a Dios y al prójimo con el ejemplo de mujeres fuertes de evangelio:
-Como la Samaritana. A la evocación de la palabra correspondía también el impacto que le hizo el cuadro que estaba en su casa, que tanto le llamó la atención desde su niñez. Se encariñó con esa escena en la que conoció a Jesucristo y aprendió a orar pidiéndole al Señor que le diera el agua viva para amar. «Oh qué de veces me acuerdo del agua viva que dijo el Señor a la Samaritana, y así soy muy aficionada a aquel Evangelio…, desde muy niña lo era y suplicaba muchas veces al Señor me diese aquella agua, y la tenía dibujada adonde estaba siempre, con este letrero cuando el Señor llego al pozo: Domine da mihi aquam».
– Como Marta y María en la casa de Betania. Otro episodio que ha llamado la atención a santa Teresa es la amistad del Señor con Marta, María y Lázaro. Aquí percibe la Santa la humanidad de Cristo, pues se conmueve ante la muerte del amigo y escucha la oración de sus hermanas cuando le piden la resurrección . La Madre Ana de Jesús recuerda el impacto que le había dejado a la Santa este episodio, cómo hubiera querido acoger a Cristo en su casa, y cómo ahora quería que sus hijas acogieran a los ministros del Señor como si fuera el mismo Cristo, recibido ahora en la Betania del Carmelo. Aquí hemos de afirmar la «mística de la comunidad». Cada comunidad cristiana es como una Betania donde el Señor es huésped que viene a estar y a recrearse y a comer con nosotros.
– Como María Magdalena. Santa con el que santa Teresa ha sentido una profunda identificación. Encuentra en ella un modelo de conversión y de amor a Cristo. Revive con frecuencia, después de la comunión el episodio del perdón de la pecadora. «Era yo muy devota de la gloriosa Magdalena y muy muchas veces pensaba en su conversión, en especial cuando comulgaba, que como sabía estaba allí cierto el Señor dentro de mí, poníame a sus pies pareciéndome no eran de desechar mis lágrimas…».
Santa Teresa y nosotros siempre con Jesucristo:
– Con Jesucristo en oración en el huerto de los olivos: Episodio clásico de la meditación teresiana. Del Camino de perfección. «En la hora del dolor, mirad a Jesús camino del huerto, o atado a la columna, puesto en tanta soledad: el uno con el otro os podéis consolar. O miradle cargado con la cruz, que aún no le dejaban hartar de huelgo. Os mirara Él con unos ojos tan hermosos y piadosos, y olvidara sus dolores por consolar los vuestros, sólo porque os vais con Él y volváis la cabeza a mirarle»
– Con Jesucristo dentro de nosotros: Es la perenne presencia con la que el Señor nos acompaña siempre. Fue testigo de la vida de la Santa, compañero nuestro en el Santísimo Sacramento. De Las Moradas: «Tiene en tanto este Señor nuestro que le queramos y procuremos su compañía que una vez y otra no nos deja de llamar para que nos acerquemos a Él… Abrazaos con la cruz que Jesús llevó sobre sí , y entended que ésta ha de ser vuestra empresa: el que más pudiere padecer, que padezca más por Él, y será mejor librado».
– Con Jesucristo para nosotros por la redención y la salvación: «Pongamos los ojos en Cristo nuestro bien…» Es la mirada amorosa que garantiza la atracción interior y la imitación generosa: «Pues si nunca le miramos ni consideramos lo que le debemos y la muerte que paso por nosotros, ¿cómo le podemos conocer ni hacer obras en su servicio…? ¿ quién nos despertará a amar a este Señor?».
Ella ha centrado con amor la atención con una mirada llena de frescor y de plena comprensión de los sentimientos de Jesucristo. Del Libro de su vida de santa Teresa de Jesús: «En la vida, todos llevan sus cruces, aunque diferentes; que por este camino que fue Cristo han de ir los que le siguen, si no se quieren perder; y ¡bienaventuradas cruces, que aun acá en la vida tan sobradamente se pagan!».
– Con Jesucristo en la Resurrección: La revelación que Jesucristo hace de sí a Santa Teresa es plenamente pascual, resucitado y glorioso. Vive en ella y con ella, penetra su vida y su historia, compañero y testigo, vida interior y Esposo. Esta contemplación de Jesucristo Resucitado es motivo de gozo por la victoria de Cristo y lo que supone para nosotros su triunfo, pues su Reino no tendrá fin.
De Las Moradas de santa Teresa de Jesús: «¿Sabéis que es ser espirituales de veras? Hacerse esclavos de Dios, a quienes pueda vender por esclavos de todo el mundo, como Él lo fue. Y si a esto nos señala Dios con su hierro -que es el de la cruz-, no hayan miedo que aprovechen mucho». «Poned los ojos en el Crucificado, y todo se os hará poco. Si el Señor nos mostró el amor con tan espantables obras y tormentos. ¿Cómo queréis contentarle con solo palabras? Adonde hay amor, es imposible estarse sin trabajar».
– Con Jesucristo en la Iglesia: Jesucristo está vivo en la Iglesia que es su Cuerpo y es su Esposa. La Santa percibe esta presencia gloriosa del Señor de mil maneras. Pero hay otro aspecto que conmueve a Santa Teresa: la Iglesia es Cristo en sus sufrimientos. «quieren tornar a sentenciar a Cristo…pues le levantan mil testimonios, quieren poner su Iglesia por el suelo…» El sufrimiento por la Iglesia es sufrimiento por Jesucristo con el que la Iglesia se identifica. Del Libro de su vida de santa Teresa de Jesús: «Quiere el Señor que en la vida no falte el sufrimiento, para probar a sus amadores y saber si podrán beber el cáliz y ayudarle a llevar la cruz. Padecer quiero, Señor, pues Vos padecisteis. Cúmplase en mí de todas maneras vuestra voluntad».
– Con Jesucristo en la comunidad: Para santa Teresa Jesucristo vive en la pequeña Iglesia de la comunidad, convocada en nombre del Señor.
Por todo esto, ha descubierto la plenitud del amor de Jesucristo y nos la ha mostrado para que vivamos esta plenitud del amor.
De Las Moradas de santa Teresa de Jesús: «No puede Dios hacernos mayor favor que darnos vida que imite a la que vivió su Hijo tan amado: y así procura Él fortalecer nuestra flaqueza para poderle imitar en el mucho padecer. Los que más cercanos anduvieron a Cristo nuestro Señor fueron los de mayores trabajos: miremos los que pasó su gloriosa Madre». «¡Oh Señor mío y bien mío! ¿Cómo queréis que se desee vida tan miserable, si no es con la esperanza de perderla por Vos o gastarla muy de veras en vuestro servicio? Vivir sin Vos, no es otra cosa que morir muchas veces».
Jesucristo resucita, no solo para el Padre, también para nosotros: para dinamizar nuestra esperanza, para llenarnos de vida, para que podamos resucitar, para que rebosemos de alegría.
El Señor resucita también en nosotros. Está resucitando en cada uno, alentando su misma vida en nosotros; su Espíritu, recreándonos de nuevo. Quiere que vivamos ya resucitados. Su muerte y resurrección nos enseña a amar y vivir. Este es el espíritu que da vida y hace actual la Semana Santa, y que debemos vivir en las celebraciones litúrgicas y en los desfiles profesionales en este grandioso museo al aire libre que es Peñaranda de Bracamonte en esta Semana Santa de 2023. Que Santa Teresa de Jesús nos ayude a comprender estas verdades en el corazón y a llevarlas a la práctica en la vida.
Muchas gracias.