Así de rotunda se mostraba esta tarde Chabela de la Torre al presentar los avales de su precandidatura a la presidencia del Partido Popular de Salamanca a la entrada de la sede del partido, donde era esperada por un elevado número de medios de comunicación, que respondían a su convocatoria y a la expectación que ha despertado su participación en el proceso electoral.
“Traemos exactamente 150 avales. Es una cifra simbólica. Es el doble de los que exige el reglamento del congreso. No hemos metido los justos porque puede alguien tener tentaciones de anularnos alguno por algún motivo. Y no presentamos más por la constancia que tenemos de las presiones que está recibiendo la gente que, de una manera u otra muestra su apoyo hacia nuestro movimiento y no queremos que se exponga innecesariamente y ahí hemos cortado, en los 150 avales”, señaló contundentemente, a la vez que afirmaba que presentaba su candidatura “con todo el ánimo y toda la ilusión del mundo”, añadía.
Por otro lado, confirmó su intención de interponer una demanda por las afiliaciones que entiende se hicieron de forma ilegal (más de 2.000 en conjunto en las reuniones del 2 de diciembre y del 9 de febrero y sin estar incluidas ni en la convocatoria ni en el orden del día), después de que el juez de Primera Instancia desestimara las medidas cautelares, aunque reconoce que “existen irregularidades” en el proceso.
“Claro que me siento decepcionada por esa medida, pero no se trata de eso, se trata de que hay que acatar las decisiones judiciales independientemente de que las comparta. Es lo que hay. De todas formas, son unas cautelares y procede registrar una demanda. Cabe recurso, pero nosotros iremos directamente a interponer la demanda”, comentó.
Por último, reconoció no estar extrañada por el número de avales del otro candidato. “Me parecen muy pocos los que ha presentado. Si ha afiliado dos mil personas en dos meses, me parecen pocos, podía haber presentado más”, ironizó”, a la vez que dejó claro que, desde su candidatura “siempre hemos estado dispuestos a hablar desde el minuto cero. Es decir, desde hace dos años, y seguimos estándolo. Entiendo que el teléfono lo tiene que descolgar el aparato, que es el que lo descuelga para otras muchas cosas menos para eso”, sentenció.