Como soy un andarín, el otro día me topé con el “Diario Balear”, del 6 de enero de 1815. Repasando las páginas, en la 3, me paré en una noticia de Peñaranda Bracamente, y me encogí ante el ingenio y destreza de un personaje, que ignoro si era oriundo de Peñaranda, lo que sí es cierto es que ahí desarrolló sus habilidades y conocimientos.
Y les dejo con la nueva:
Peñaranda de Bracamonte, provincia de Ávila, “Diario Balear” del 6 de enero 1815
“Don Gerónimo González, después de haber viajado fuera de España, con el objeto de adquirir luces y conocimientos en el arte de la relojería, acaba de establecer en esta villa un obrador, en el cual, no sólo trabaja relojes comunes de bolsillo, de cilindro y repeticiones, sino que construye también relojes de sobremesa, con la cuerda desde 30 horas hasta un año, y de péndola real con cuerda hasta para 10 años, con sonería de horas y cuartos, con repetición y cuadrante, que señala hasta los segundos. Igualmente, trabaja relojes de campanario con cuerda para 150 días, los cuales da a prueba por tiempo de cuatro años».
Y todo este proceso lo consiguió de una forma artesanal. Posiblemente, este relojero peñarandino, con su “quid”, encendió la luz mental a los relojeros actuales.
EUTIMIO CUESTA