Desde primera hora de la mañana y con ganas de fiesta, así están viviendo los quintos de Macotera su día más esperado del año y en el que, además, el tiempo les está acompañando. Pancartas en las entradas al municipio y a la plaza, sus nombres pintados con spray de pintura de distintos colores y el estruendo de tracas y petardos anuncian a la villa que la tradición sigue viva aunque ya no haya que cumplir el servicio militar como en los orígenes de la fiesta. En su recorrido por la localidad, los jóvenes están ofreciendo además dulces y bebida mientras bailan al son de la charanga La Escala.
El grupo, ataviado con ropas militares, compartirá el resto del día como viene siendo habitual y prolongarán la fiesta hasta bien entrada la madrugada.