La aparición de, al menos, tres gatos muertos en las últimas horas en Peñaranda ha hecho saltar las alarmas tras confirmarse por parte de un veterinario que los animales fallecieron por envenenamiento. Esta mañana la protectora Adopta una vida, encargada del control de las colonias felinas a través de un convenio con el Ayuntamiento peñarandino, ha puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil y ha anunciado su intención de poner la correspondiente denuncia ante la Policía Local para que se investigue el hecho y se intente localizar al autor o autores.
La colona felina más afectada por el envenenamiento es la de la urbanización Los Chopos donde se ha detectado algún gato más que probablemente morirá en las próximas horas por los efectos del veneno y ha desaparecido otra quincena de animales que se teme puedan correr la misma suerte al haber dejado de acudir al punto donde los voluntarios autorizados por el Consistorio les dejan alimento y agua. «La mayor parte de esta colonia está, además, esterilizada a raíz de la aplicación de la ordenanza municipal de control aprobada hace unos meses y con el consiguiente gasto económico que ha supuesto para el Ayuntamiento así como el trabajo de los voluntarios en su captura y posterior suelta una vez esterilizados. Se ha intentado avanzar con todo ello ya que las hembras tendrán su próximo celo en los meses de enero y febrero y con ello evitar en lo posible nuevas camadas», han explicado desde la protectora a NOTICIAS A TIEMPO.
Tanto la Guardia Civil como la Policía Local hacen un llamamiento a la ciudadanía para que avisen inmediatamente en caso de ver cualquier actitud sospechosa de personas que puedan estar dejando veneno o comida envenenada en las zonas que habitualmente están los gatos callejeros y han recordado que este tipo de acciones están penadas en la Ley de Protección Animal. El animal es considerado como un ser vivo digno de protección penal, de forma que se tipifican las conductas que lesionen al mismo. El delito de envenenar animales es una modalidad de lesión a animales que se encuentra tipificado en el artículo 336 del Código Penal y se relaciona con el posterior (el 337 CP) que se refiere al maltrato animal. El artículo 336 castiga a todo aquel que utilice medios o instrumentos ilegales o legales pero no autorizados para envenenar animales y se castiga tanto a quien utiliza un veneno ilegal como a quien utiliza uno legal pero no tiene permiso para hacerlo. La pena para este delito es de cuatro meses a dos años de prisión o de ocho a veinticuatro meses de multa.