El Ayuntamiento de Villoruela ha tomado medidas esta semana para acabar con el lodazal que cubre la carretera que une esta localidad con Arabayona de Mógica y que en los últimos días había provocado las quejas de numerosos conductores que circulan a diario por la zona. Estos mismos conductores alertan, además, del riesgo que entrañaba el barro teniendo en cuenta que por esta misma vía pasa también el bus de transporte escolar. Los responsables municipales han encargado a una empresa de la zona que con ayuda de una pala excavadora ahonde las cunetas de un camino de tierra que desemboca precisamente en la citada carretera y encauzar así las aguas pluviales para evitar que el barro invada la calzada y la convierta en una auténtica pista de patinaje. «Comentamos el problema hace casi un mes con la Diputación para ver cómo resolverlo y al final, han acabado lavándose las manos y diciendo que es un camino municipal que compete a cada ayuntamiento en su término. Las competencias de si es de uno o de otro se han puesto por encima de ayudar a los pueblos con este problema por parte de la Diputación y precisamente por esperar su ayuda se ha retrasado tanto darle una solución que finalmente ha tomado el Ayuntamiento», ha explicado el alcalde de Villoruela, Florentino Hernández.