Cada lunes se repite prácticamente la misma escena y cuando el servicio de limpieza llega a primera hora de la mañana a la estación de tren de Peñaranda el panorama es desolador. Este lunes ha vuelto a suceder y la sala de espera ha aparecido con todo el contenido de las papeleras vaciado en el suelo y en la entrada con una de las cámaras de seguridad colgando del cable, probablemente tras un golpe. Dicha sala se ha convertido en lugar de reunión para algunos grupos que lamentablemente se divierten practicando el vandalismo y dañando las instalaciones que son de todos y que los viajeros encuentran con esa pésima imagen.
Cabe recordar que la sala de espera se mantiene abierta al público tras las quejas que hubo en su día al tener que esperar los pasajeros de los últimos trenes a la intemperie pasadas las 23:00 horas y con temperaturas gélidas en pleno invierno.
El pasado mes de mayo otra gamberrada llevada a cabo también en la estación del tren se saldó con el picaporte de la puerta de la sala de espera arrancado y con el bloqueo de la cerradura lo que ha impidió a los viajeros durante casi una hora acceder a la sala de espera y también sacar billetes en la máquina automática expendedora.