El II ciclo de conciertos de órgano de la provincia de Salamanca «Los Sonidos Centenarios», uno de los más importantes de toda la región y que promueve la Diputación de Salamanca, ha llegado hoy domingo a la iglesia parroquial de San Andrés, en Palaciosrubios con el concierto a cargo de Mónica Melcova, una de las mejores organistas del mundo y actualmente profesora de improvisación en Musikene, en San Sebastián.
«Vivo en España desde el 2011 pero realicé mis estudios en Eslovaquia, Viena y París y ahora trabajo en Musikene, en San Sebastián, pero hasta el día de hoy no he tenido la posibilidad de descubrir el órgano de Palaciosrubios», ha explicado Mónica Melcova a NOTICIAS A TIEMPO.
Las sensaciones que aporta un órgano centenario son infinitas y ella lo define como «tener en la mano un trocito de historia, de cultura, es impresionante. El lugar, también la acústica favorece mucho y yo lo disfruto». El público ha podido disfrutar de un repertorio con piezas de la música inglesa y de la española y también con algunas improvisaciones sobre otros temas para dar variedad.
El alcalde, Félix Cáceres, junto a otros miembros de la Corporación Local ha participado en este acto cultural junto al diputado provincial de Ciudadanos Manuel Hernández y el párroco de la localidad Wilton Araújo. El próximo domingo, en esta misma iglesia, y a las 20:00 horas tendrá lugar el segundo de los conciertos previstos en Palaciosrubios y con el que se cerrará el programa «Los sonidos centenarios» con la actuación de Claudio Brizi. Desde el pasado 30 de septiembre dicho programa ha recorrido buena parte de la provincia con grandes organistas que han dado vida a estos instrumentos centenarios en Ciudad Rodrigo, Villares de la Reina, Béjar, Lumbrales, San Felices de los Gallegos, Alba de Tormes y ahora en Palaciosrubios.
Breve historia del órgano beleguino
Ubicado en el coro de la iglesia parroquial de San Andrés se encuentra este instrumento construido en los primeros años del siglo XIX. En su arca de viento se puede leer la inscripción: «Para honor y gloria de Dios, Nuestra Señora Santísima, su bendita Madre, me fabricó Nicolás Gil, vecino de Cervillego de la Cruz, en el año del Señor de 1803». Restaurado por la casa Grenzing en el año 2000, es uno de los órganos ibéricos en mejor estado de conservación de la provincia de Salamanca. Debe su construcción, como reza la inscripción, a una de las familias de organeros más activas en Castilla, la saga de los Gil, autores de más de una treintena de instrumentos ubicados en su mayor parte en Valladolid, Ávila y Segovia.