El Centro de Desarrollo Sociocultural Germán Sánchez Ruipérez de Peñaranda de Bracamonte acoge hasta el próximo viernes la exposición fotográfica Derechos de la infancia y juventud. Una mirada global. La muestra, que se enmarca dentro del programa EnRédate por los Derechos Humanos: jóvenes movilizados por los Derechos de la Infancia y Juventud de todo el mundo, está compuesta por 25 imágenes con un pequeño texto cada una que invitan a reflexionar sobre la vulneración de derechos de la infancia en diversos países del mundo.
La exposición, organizada por MISIONES SALESIANAS y cofinanciada por la Junta de Castilla y León, cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Peñaranda de Bracamonte y permanecerá abierta hasta el próximo viernes, día 28, en horario de 10:30 a 14 horas por la mañana y de 17:30 a 20:30 horas por la tarde.
Como actividad de clausura de la exposición, el viernes, a las 20:15 horas se presentará el documental Libertad, rodado en Pademba Prison, la cárcel de hombres de la capital de Sierra Leona y considerada el infierno en la tierra por las condiciones inhumanas que contiene entre sus muros. Construida hace casi un siglo para albergar a alrededor de 300 reclusos, en la actualidad acoge a casi 2.000 sin que haya sufrido remodelaciones en su interior. Los presos viven hacinados y reciben un té negro amargo como desayuno y una sola comida al día y siempre la misma: arroz con salsa picante.
El hambre en el planeta aumentó el año pasado hasta situarse en 828 millones de personas, 150 millones más que antes de la pandemia. Pero lo peor de la cárcel no es el hacinamiento, la insalubridad o el olor nauseabundo por la falta de agua, lo peor es que hay muchos menores cumpliendo condenas desproporcionadas por faltas leves como una pelea, robar un teléfono o romper un cristal, y que conviven con adultos sin que sus familias sepan que están allí. Los someten a todo tipo de abusos, desde robarles la comida, obligarlos a abanicarlos, recoger los excrementos por la noche… hasta abusos sexuales. Desde hace nueve años, los misioneros salesianos son la única organización que entra en la prisión y tienen acceso a todos los reclusos. El documental Libertad refleja esta situación y también este trabajo de «ofrecerles un poco de cielo en medio del infierno que viven», en palabras del misionero salesiano Jorge Crisafulli. En este tiempo, más de 250 reclusos, la mayoría menores de edad, han salido de la cárcel y han podido empezar una nueva vida gracias a la ayuda de los Salesianos, que han pagado sus fianzas, muchas veces irrisorias, o han seguido sus causas judiciales olvidadas hasta conseguir su libertad.