Llegó, cantó y encantó a un público entregado que coreó sus canciones y con el que supo conectar desde el primero momento por su cercanía y «buen rollo». Así fue el concierto de Rozalén en el parque La Huerta, de Peñaranda, en la noche de este sábado con el que la localidad recuperaba, por fin, este tipo de eventos que durante años la convirtieron en gran referente festivo de la provincia salmantina.
Durante cerca de dos horas Rozalén interpretó, junto a su banda y una intérprete de lengua de signos que siempre la acompaña, las canciones de su último trabajo discográfico y por supuesto tampoco faltaron otras ya imprescinibles en su repertorio «La puerta violeta», «Girasoles», «80 veces»…hasta llegar a un fin de fiesta con una gran puesta en escena que incluyó pirotecnia y con el que se puso el broche al concierto. Cabe mencionar, además, la sorpresa que se llevó la artista manchega con la aparición de la charanga peñarandina Dale Kaña 2.0 en el escenario y con los que, ya en el backstage, charló, bailó y se fotografió.