Increíble pero cierto que en pleno siglo XXI y con miles de mensajes y campañas a favor del respeto al medio ambiente se sigan produciendo hechos como el ocurrido en Malpartida donde varios colchones viejos han aparecido tirados junto a la vereda del río Margañán.
Los hechos han desatado la lógica indignación entre los vecinos que respetan el medio natural y que, además, se sienten orgullosos de poder disfrutar de un entorno privilegiado como el que foma el Margañán a su paso por la localidad.
Cabe recordar que este tipo de residuos deben acabar en instalaciones apropiadas para su reciclaje y que hay innumerables fórmulas para llevarlos hasta allí sin necesidad de arrojarlos en la calle y mucho menos junto a un río.