El Centro de Desarrollo Sociocultural Germán Sánchez Ruipérez de Peñaranda de Bracamonte acoge desde hoy lunes, 18 de julio y hasta el próximo 31 de julio la exposición ‘El lenguaje y la dieta’, producida por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua con la colaboración del Museo de la Evolución Humana, programada junto a la Diputación de Salamanca y el Ayuntamiento en el marco del proyecto cultural ‘Provincias del Español, Salamanca’ desplegado en distintos municipios de la provincia salmantina. La inauguración ha contado con la alcaldesa, Carmen Ávila y la concejala Pilar García, además de Jesús Bustamante, del servicio de Promoción Cultural de la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua.
Esta muestra se acerca al concepto de la evolución que ha experimentado la dieta humana a lo largo de la historia. Desde los albores de la humanidad, la alimentación de los homínidos ha ido variando de la misma manera que han ido evolucionando las diferentes especies y el ser humano ha convertido la máxima de la supervivencia en un concepto cultural. Las distintas maneras de cocinar, la elaboración de distintos platos tradicionales y el consiguiente registro de recetas han experimentado cambios, que se han ido transmitiendo de generación en generación siguiendo los códigos de la tradición oral y la comunicación escrita.
‘El lenguaje y la dieta’ lleva a primer plano la importancia que la alimentación ha tenido en el proceso de desarrollo biológico e intelectual del ser humano, convirtiéndose en un marcador social que, en la actualidad, forma parte directa de nuestra cultura. La muestra se articula en torno a un conjunto de diez paneles –cajas de luz impresas sobre vinilo mate que forman un laberinto- que detalla cómo ha sido el proceso evolutivo y su consecuente transformación desde la aparición de los homínidos, prestando igualmente atención a los distintos recetarios y su trasmisión.
Con la llegada de la escritura, la forma de cocinar los alimentos que se había perpetuado de oralmente de generación en generación pudo ser plasmada de una manera mucho ms persistente. Con esto, surgieron los primeros libros de cocina o recetarios. Estas compilaciones estaban formadas por recetas, que son descripciones más o menos pormenorizadas de los ingredientes y procedimientos que debemos seguir para realizar un plato con éxito.
Históricamente, la primera evidencia de una compilación de recetas conocida data el 1.600 a. C y localizada en Babilonia. También en la Antigua Grecia existen referencias de la existencia de recetarios, aunque no se han conservado hasta nuestros días. En la cultura romana existen múltiples referencias de esta práctica. Uno de los más famosos libros de recetas es De re coquinaria, escrito por Marco Gavio Apicio. Este libro ofrece trucos de cocina para la conservación de alimentos como el pescado o las ostras, aromatizar el vino, además de múltiples recetas. En la cocina española, el Libre del Sent Soví (1324) se considera uno de sus recetarios más antiguos.
Estos recetarios forman parte de la cultura popular de una comunidad y permiten advertir las posibles variaciones que ocurren en el seno de un grupo social de mayor o menor tamaño. Considerando este valor etnográfico, esta variación en los recetarios y en la dieta evidencian las influencias de otras culturas sobre la sociedad objeto de estudio. La irrupción de las tecnologías digitales permite acceder a recetas a través del teléfono móvil. Aplicaciones como Youtube han permitido democratizar la cocina y conseguir que al menos cualquier persona pueda hacer un huevo frito.
En la actualidad, los grandes chefs son los autores de los recetarios, dejando constancia de la investigación previa para para generar nuevos platos o incorporan nuevos sabores en busca de la mejora de un plato tradicional. Gracias a esta nueva dimensión de la alimentación, los grandes chefs han alcanzado la dimensión estrellas televisivas y personalidades de relevancia social.
El tratamiento que la prensa escrita y los medios de comunicación aportan a este proceso evolutivo encuentra también reflejo en esta muestra, que incorpora también una serie de hipotéticos menús que reflejan igualmente distintos tipos de alimentos disponibles y su posible preparación en distintos momentos de la historia evolutiva, en función de los recursos existentes y de las formas de preparación existentes.
En los últimos años existe un enorme interés por la alimentación sana y equilibrada debido a la importancia que tiene la salud para las generaciones actuales. La vida, cada día más ajetreada, y el cambio registrado en la evolución de los trabajos, ha modelado nuevos hábitos alimenticios.
Parece lejano en este tiempo pensar que los guisos típicos que tanto nos gustan eran una fuente inagotable de nutrientes que garantizaban la energía necesaria para aguantar las duras jornadas laborales. Frente a esto, en la actualidad los trabajos exigen normalmente un menor gasto energético. Esta circunstancia, entre otras razones, ha supuesto la adaptación de la humanidad a un nuevo modelo de consumo de alimentos que previene de la aparición de enfermedades como la obesidad, que con el tiempo deriva en otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión y que pueden tener complicaciones sanitarias mucho más graves. Para evitar estas y otras cuestiones, la sociedad genera nuevas recetas y fomenta el consumo de nuevos alimentos que aportan diferentes propiedades beneficiosas a nuestro organismo.
La prensa no es ajena a estos cambios alimentarios. En el mercado tenemos cada vez un mayor número de espacios dedicados a la alimentación y a las dietas y es posible acceder con facilidad a información relacionada con la alimentación en periódicos y en nuevas revistas relacionadas con la cocina y los alimentos.
De una alimentación basada en frutos y pequeños insectos, se pasó a una dieta en la que se incluyó la carne y otros alimentos. En este punto, podemos decir que actualmente somos una especie omnívora con una dentición que se adapta a cada tipo a su función. Y es que las especies del género Homo ya poseían una alimentación variada formada por diferentes tipos de alimentos. No obstante, es el Homo Sapiens el que tiene un acceso mayoritario a todo tipo de recursos alimenticios como aves, moluscos, peces, grandes mamíferos y diferentes tipos de vegetales.
De la misma manera que ha habido variaciones en los alimentos que hemos tomado desde nuestros orígenes, el ser humano también ha mejorado su método de consumo de los alimentos mediante su cocinado. El uso del fuego supuso un antes y un después en el procesado y consumo de los alimentos. Este hecho supuso una mejora de cara a la eliminación de individuos patógenos, mejorando su salubridad y limitando las intoxicaciones alimenticias.
Todos estos conocimientos adquiridos a lo largo de la evolución humana, pasando de generación en generación de forma oral, se pudieron perpetuar con la invención de la escritura, que supone uno de los grandes avances de la humanidad. Gracias a la escritura podemos saber que hay alimentos tabúes para las diferentes religiones, que a los romanos les gustaba el garum y acceder a la preparación de algunas de las recetas que los chefs proponen en sus restaurantes.
Este proyecto expositivo habla también de la alimentación en la historia de la humanidad y de su realidad actual, de cómo el ser humano ha ido variando su dieta de forma paralela y complementaria a su evolución como ser humano que vive en sociedad. y que pasa de recolectar y ‘carroñear’ alimentos a someter a la comida a un sistema de procesado en la cocina. Este proceso permite obtener de los productos nuevas sensaciones, convirtiendo una necesidad de supervivencia en un placer para los sentidos. Para llegar a este último extremo, podemos ver cómo, a lo largo de la historia, se han ido recopilando por escrito diferentes maneras a la hora de cocinar los alimentos, que han llegado hasta nuestros días a través de los libros.
El proyecto cultural ‘Provincias del Español. Salamanca’ es fruto del convenio de colaboración suscrito en 2022 por la Diputación de Salamanca y la Fundación Instituto Castellano y Leonés de la Lengua con la intención de trasladar a distintos municipios de la provincia un conjunto de propuestas expositivas y de talleres de carácter infantil. Esta exposición permanecerá abierta al público hasta el 31 de julio en el Centro sociocultural Fundación Germán Sánchez Ruipérez de Peñaranda de Bracamonte.
Horarios
Lunes a viernes: 10.30 a 14.00 horas
Sábados: 10.30 a 12.00 horas; domingos y festivos: cerrado