SECCIÓN DE ENTREVISTAS FRENTE A FRENTE
Santiaguesa de nacimiento, salmantina de corazón y valenciana de adopción, María Suré, concede esta entrevista a NOTICIAS A TIEMPO con motivo de la publicación de su última novela «Lágrimas de polvo rojo» que hoy, 22 de junio, ve la luz.
–Una nueva novela que ve la luz, ¿nos puede contar algo más sobre ella?
-«Lágrimas de polvo rojo» es una novela negra ambientada en la ciudad de Valencia. Tenía una deuda pendiente con esta ciudad que un día me acogió con los brazos abiertos y qué mejor forma de agradecimiento que escribir una novela con sus calles, sus costumbres y su historia de telón de fondo.
Porque, aunque el hilo principal de la novela transcurre en la actualidad, la investigación policial nos transporta a la Valencia de los siglos XV y XVI en la que aparece la figura del verdugo al servicio de los altos tribunales de justicia del reino. Este personaje ejecutaba tanto torturas como penas capitales a los acusados por la corte de justicia. Siglos después, en la actualidad, Valencia se ve conmocionada por una sucesión de asesinatos. Los cuerpos aparecen en lugares significativos de la ciudad y su preparación y escenificación apuntan a algún tipo de ritual que recrea estas costumbres olvidadas hace siglos.
Me apetecía mucho viajar al pasado para descubrir las semillas de la historia que quería contar y en el proceso de documentación me topé con un manuscrito del siglo XV que me hipnotizó con sus grabados, sus jeroglíficos y los distintos idiomas en los que estaba escrito —uno de ellos inventado—: El Hypnerotomachia Poliphili o Sueño de Polífilo en castellano. Enseguida este manuscrito, con sus secretos ocultos, se convirtió en uno de los hilos conductores de la novela. El jardín de Polífilo, en Valencia, es un bonito y cuidado lugar dedicado a este personaje en el que se pueden encontrar diferentes zonas que recrean sus aventuras. Este jardín es el escenario del primer asesinato.
–Imagino que siempre hay una sensación de incertidumbre cuando se lanza una obra sobre la respuesta que pueda tener entre los lectores.
-Decía Stephen King en «Misery» que la duda y la incertidumbre son un rincón del purgatorio reservado a los escritores. Y pienso que no podía expresarse mejor. Por supuesto que esa incertidumbre está, creo que es algo que nunca desaparece, ni siquiera en los escritores más veteranos.
Has pasado tantas horas detrás de la historia que vas a contar que, de alguna manera la haces tuya, es parte de ti. Va creciendo amoldándose a tu estilo y, sin poder evitarlo, a tus gustos. Yo escribo siempre pensando en la historia que me gustaría leer. Pero, afortunadamente, no todo el mundo tiene los mismos gustos y, si algo me han enseñado los casi diez años que llevo en esto de juntar letras, es que no se puede gustar a todo el mundo, pero enseguida se ve si funciona o no. Una vez que la novela sale a la luz, deja de ser tuya y pierdes el control sobre ella porque pasa a ser de sus lectores. A partir de entonces, si has escrito algo de calidad, volará por sí misma. Que lo haga más alto o más bajo depende muchas veces de la suerte, de estar en el lugar y momento adecuados, pero las papeletas de la suerte se compran con esfuerzo y eso sí lo puedes controlar-
–¿Qué tiene esta obra que no tengan las anteriores en cuanto a su propia experiencia como escritora?
-Ésta es mi cuarta novela. Cada historia es diferente, ninguna tiene nada que ver con las otras, pero todas tienen su propia personalidad y cada una, a su manera, es única y especial. Lo mismo ocurre con los personajes. Algunos te llegan tan dentro que te cuesta mucho despedirte de ellos y ese es el caso de esta novela. Tenía unos personajes principales muy potentes, con los que me apetecía mucho continuar. Me parecía una ofensa por mi parte dejarlos de lado después de lo mucho que me habían ofrecido, así que pensé ¿por qué no continuar con ellos? y eso es lo que hice. Ésta es la primera de mis novelas que tendrá una continuación.
Este trabajo además está respaldado por Maeva, una editorial que cuida mucho sus publicaciones y que se esfuerza por ofrecer al lector obras de calidad, trabajando mano a mano con el autor hasta lograr un resultado excelente. Como lectora sé que esto es algo muy importante, más allá de la propia trama de la novela. El lector actual es cada vez más exigente en este aspecto ya que está pagando por algo que espera cumpla sus expectativas y es un detalle que se debe cuidar.
–¿Hay alguna idea ya para la siguiente o ahora toca un paréntesis de merecido descanso?
-Mi cabeza no descansa nunca. Siempre tengo algo en mente que sé que acabaré utilizando en algún momento. Son bocetos de tramas que me gustaría explorar, escenas concretas que podrían funcionar… pero siempre hay alguna idea que de repente empieza a brillar más que las otras y no deja de incordiarme hasta que consigue mi atención al completo. Entonces estoy perdida porque desde ese momento ya no puedo parar. Comienza el proceso de documentación, que puede durar semanas o meses y mientras voy trazando una escaleta con la trama y los personajes, dotando a cada uno de una personalidad propia y encajando poco a poco las piezas del puzle. Cuando todo esto está preparado, empieza la aventura de escribir y dejarse llevar para disfrutar con ello.
La siguiente tendrá los mismos personajes principales de Lágrimas de polvo rojo y también estará ambientada en Valencia, aunque la trama será distinta. Ya lleva tiempo en el horno y está bastante avanzada, aunque, de momento, prefiero no dar muchos detalles porque ya sabes que estamos hablando de novela negra, y si te lo cuento… tendría que matarte.
–¿Presentará la novela en Santiago de la Puebla o en Peñaranda como ha sucedido con alguna de tus otras obras?
-Por supuesto. Tengo una invitación de la biblioteca Germán Sánchez Rupérez de Peñaranda para presentar la novela, aunque aún no hemos podido concretar fechas. Es posible que se haga después del verano. Haré un hueco entre el resto de eventos para estar con mi gente. Espero que podamos vernos por allí.