El primer gran incendio de la temporada en la provincia salmantina dejó ayer arrasadas 87 hectáreas de cultivo y cuatro más de pasto en el término municipal de Pedrosillo de Alba. Las dimensiones que alcanzó el fuego obligaron a intervenir a los medios de la Diputación provincial, con dotaciones de los parques de Villares de la Reina, Peñaranda y Alba de Tormes, así como a tres agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León y un helicóptero.
La ayuda de los vecinos de la zona con tractores para hacer cortafuegos también fue esencial para controlar y extinguir las llamas que obligaron a trabajar a los efectivos durante varias horas en los momentos más calurosos de la tarde.