La céntrica calle Nuestra Señora, de Peñaranda, dirá adiós en tan sólo unos días a uno de los artesanos «históricos» de la localidad, al zapatero Deme Martín que disfrutará a partir de ahora de una merecida jubilación.
Su pequeño local, en el que el tiempo parece haberse detenido, tiene ese sabor de antaño que varias generaciones de peñarandinos hemos conocido desde la infancia y que ahora se va desmantelando con la nostalgia de los recuerdos que permanecerán vivos en él.
«Han sido 53 años de profesión, todos en este mismo local y son ya 75 años los que tengo así que ya no quiero trabajar más, ahora toca descansar», comenta Deme Martín. En su caso, y al contrario de lo que suele ser habitual en los oficios de siempre que se heredan por tradición familiar, aprendió a arreglar calzado de otro emblemático peñarandino como es Antonio Sánchez «el Guisao». El resto ha sido cuestión de tiempo, de horas, de dedicación y sobre todo, de cercanía con los cientos de clientes de Peñaranda y de los pueblos de la zona que ha tenido en este largo medio siglo.
«Nunca he anotado ningún nombre, ni puesto ningún número en el calzado que me dejaban, me fijaba en lo que traían y ya sabía de quién era, todo de memoria», reconoce Deme. En el local han llegado a acumularse considerables montones de zapatos, botas y sandalias, unos de vestir, otros para trabajar, y que iban marcando la labor diaria durante la mañana y la tarde.
Una máquina de coser con más de un siglo de vida, martillos, agujas, recortes de piel, suelas, tacones, cuchillas, clavos y hasta la mesa y el pequeño tajo con asiento de enea…representan ahora todo un legado que el propio Deme Martín reconoce que guardará como recuerdo de su oficio.
El cierre del taller de Deme dejarán, además, un tanto «huérfanos» a un buen número de paisanos y amigos que le visitaban y con los que compartía animadas tertulias en las que cambiar opiniones sobre diversos temas, entre ellos el fútbol como reconocido aficionado al Real Madrid cuyos pósters han decorado siempre las paredes del local.
«Sinceramente no lo voy a echar de menos, ahora me dedicaré a pasear que es salud» afirma Deme y esa misma salud por muchos años es la que le deseamos desde NOTICIAS A TIEMPO en esto que no es una despedida, sino un «hasta siempre, amigo».