Una de las señales inequívocas de la primavera es, sin duda, la floración de diversas variedades de flores, plantas y árboles, entre ellos los almendros. El increíble espectáculo de 9.000 almendros en flor puede verse estos días a un paso de Peñaranda, en la zona del monte Araúzo, y con una bellísima panorama que se observa desde la autovía A-50 y desde la Nacional-501.
La gran extensión de la plantación de almendros ofrece un efímero pero espectacular paisaje que peñarandinos y visitantes pueden disfrutar, como suele decirse «sin salir de casa» y que supone todo un deleite visual.
Almendros y pistacheros están ganando fuerza en los últimos años como cultivos alternativos y rentables en la provincia y sobre todo en una zona como la de Peñaranda tradicionalmente cerealista. La planificación del cultivo, la selección de variedades y los cuidados diarios están resultando claves para su desarrollo y supervivencia y se presentan como dos buenas alternativas de futuro para la agricultura en el este salmantino.